Conóceme
Hola, soy Lucrecia, las manos y el corazón que hacen estas joyas.

QUIERO CONTARTE CÓMO NACIÓ ESTE PROYECTO:
Puedes llamarlo destino, toque mágico o simplemente suerte.
El caso es que descubrí la joyería casi por casualidad, durante mis prácticas de la universidad, años atrás.
Ha pasado mucho tiempo y es como si hubiera sido en otra vida.
Este camino empezó de una manera ingenua e inocente: haciendo unos pendientes para regalar, sin ningún conocimiento de bisutería ni joyería pero con las manos inquietas por crear.
Allí se prendió la primera chispa.
Entendí que se me daba bien hacer y que disfrutaba como una niña.
El caso es que descubrí la joyería casi por casualidad, durante mis prácticas de la universidad, años atrás.
Ha pasado mucho tiempo y es como si hubiera sido en otra vida.
Este camino empezó de una manera ingenua e inocente: haciendo unos pendientes para regalar, sin ningún conocimiento de bisutería ni joyería pero con las manos inquietas por crear.
Allí se prendió la primera chispa.
Entendí que se me daba bien hacer y que disfrutaba como una niña.
¡Otra chispita más!
Para cuando me dí cuenta, pasaba la mayor parte del tiempo creando y me sentía conectada con algo que en aquel momento no podía explicar.
Más tarde entendí lo que estaba sucediendo: había encontrado una pasión y ya no había punto de retorno.
Para cuando me dí cuenta, pasaba la mayor parte del tiempo creando y me sentía conectada con algo que en aquel momento no podía explicar.
Más tarde entendí lo que estaba sucediendo: había encontrado una pasión y ya no había punto de retorno.
Y aquella chispita inicial se transformó en llama, una llama que nunca se apagó.
Luego de muchas vueltas y de girar 180º mi vida, decidí que quería estar rodeada de herramientas.
Acto seguido, me anoté en un taller-escuela de joyería, allá por el año 2013 para aprender el oficio.
Luego de muchas vueltas y de girar 180º mi vida, decidí que quería estar rodeada de herramientas.
Acto seguido, me anoté en un taller-escuela de joyería, allá por el año 2013 para aprender el oficio.
Aún vivía en Argentina.
En ese punto, la llama se hizo hoguera y el taller se convirtió en mi refugio y mi hogar.
En ese punto, la llama se hizo hoguera y el taller se convirtió en mi refugio y mi hogar.
Desde entonces, he cambiado de rumbo y de país, y durante todo este tiempo el taller ha sido un espacio creativo en el que sumergirme por horas, ha sido mi hobbie y el punto de encuentro conmigo misma.
Luego de 5 años de hacer joyas como pasatiempo, este proyecto tomó forma. Fue en el 2018 cuando decidí ponerle mi nombre y enseñarte las piezas que nacen en el taller con el deseo de ir al encuentro con su dueña.
Esto que te cuento es parte de mi historia.Que no es más que una entre las infinitas historias de personas que en un punto de la vida encontraron su camino y, sin dudarlo, decidieron seguirlo.
INSPIRACIÓN
Nací en Argentina, en una ciudad de río y hoy me encuentro en la Costa Dorada de España, también rodeada de agua.
Si me preguntas cómo me defino, mi respuesta es simple: creadora, hacedora...
Creadora de joyas y creadora de artesanía.
Durante un tiempo soñé con tener el taller frente al mediterráneo y escuchar sus olas cada día.
Ese sueño se hizo realidad: hoy el mar es mi inspiración y mi lugar de calma, me siento muy afortunada de estar aquí haciendo lo que amo.
Deseo que te encanten todas las joyas que nacen en el taller para ti y te doy las gracias por estar al otro lado.
Te saludo,
Lucrecia.